El vicepresidente del Parlamento Europeo Alejo
Vidal-Quadras ha explicado que sus declaraciones sobre el debate
secesionista en Catalunya las hizo en "clave irónica" y
ha acusado a los diputados "nacionalistas identitarios" catalanes en
el Parlamento Europeo de "enseñar la patita totalitaria".
"En clave irónica dije que un general de brigada de la Guardia Civil tomaría el mando
de los Mossos d'Esquadra como parte de la operación estrictamente
constitucional de restablecer el Estado de Derecho pisoteado por el Presidente
de la Generalitat", ha dicho en un apunte en su blog.
Este texto llega después de que los eurodiputados de
CiU, ERC e ICV pidieran al presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, que desautorizase a Vidal-Quadras
por haber, a su juicio, alentado una intervención militar y la supresión de las
instituciones democráticas de Catalunya, si ésta opta por la independencia.
"La lección a extraer de este incidente es que
los nacionalistas identitarios en cuanto se descuidan enseñan la patita
totalitaria y se apresuran a amedrentar a sus adversarios para acallar su
voz", ha considerado hoy Vidal-Quadras en su apunte en Internet.
Schulz recibe 40.000 cartas de catalanes contra las palabras de Vidal-Quadras
En su intervención, Vidal-Quadras se refería al referendo de autodeterminación que el Parlament acordó convocar tras las elecciones del 25-N y advertía de la ilegalidad de la consulta. Y en alusión a unas declaraciones de Soraya Sáenz de Santamaría en las que esta avisaba de que el Estado utilizará la justicia para "parar" la consulta, instó al Gobierno central a ir más allá. "Que vaya preparando a un general de brigada de la Guardia Civil". Y abundó en la tesis: "A parte de impugnar esta decisión ante los tribunales, el Gobierno ha de ponerse en contacto con Artur Mas y decirle 'esto que has hecho estás en contra de la ley, rectifícalo o de lo contrario tendré que intervenir'. Si se niega, el Senado se reúne, vota, el Parlamento se disuelve, el Gobierno de la Generalidad se va a su casa y la Delegación del Gobierno toma el poder en Catalunya".
El PP, en efecto, ha moderado durante la campaña sus críticas -incluso a la inmersión lingüística-, pero durante el Estatuto prodigaron las declaraciones en contra. El portavoz del PSC, Miquel Iceta, recogió una cuarentena en su blog, como "España se enfrenta a un riesgo real de fractura nacional. Esta semana probablemente se den los pasos decisivos para un cambio de régimen" (José María Aznar, diciembre de 2003).
De Aznar también recuerda la siguiente frase: "Estamos en uno de los momentos más críticos de nuestra historia y probablemente abocados a una grave crisis nacional. En poco más de un año el actual Gobierno ha llevado a España al borde del abismo. España corre riesgos serios de desintegración, de balcanización y de volver históricamente a las andadas. El desafío al Estado es total y afecta a todas las instituciones del Estado, y digo a todas" (Octubre de 2005).
El actual candidato del PP a la presidencia del Gobierno español, Mariano Rajoy dijo en 2005 que "el proyecto de Estatuto es un obstáculo de primera magnitud para el crecimiento económico catalán". I també que "esto es un engaño a los españoles y de forma más particular a los que un día dieron su apoyo a Zapatero. Este Estatuto separa a Cataluña de España, fija un modelo de sociedad en el que no creen la inmensa mayoría de los catalanes, e impone un corsé brutal a una de las sociedades más dinámicas que he conocido y cuyo crecimiento económico dificulta".El actual líder popular consideraba en 2006 que "¡El Estatuto de Cataluña es una pesadilla, una pesadilla…!". “En Cataluña se está haciendo con el castellano lo que en época de Franco se hizo con el catalán", decía.
El ex ministro Ángel Acebes, tal y como recogía Iceta, afirma en 2005 que "se está produciendo un caballo de Troya en la Constitución de todos los españoles". "ETA se convierte en el tutor de la reforma del Estatuto de Cataluña", comentaba.
Por su parte, en septiembre de 2005, Eduardo Zaplana aseguraba que "estamos en la semana del Estatuto y, en esa semana, ETA quiere estar muy presente". Y el también exmministre Federico Trillo decía un mes más tarde lo siguiente: "Es el momento más crítico para la convivencia desde 1977".
La opinión de Jaime Mayor Oreja en noviembre de 2005 era que "el Estatuto es fruto de la reunión de Carod con ETA en Perpiñán" y Javier Arenas comentaba que "el Gobierno quiere hacerle un traje a Carod y a Maragall que le pueda servir también a ETA ".
Desde Cataluña también hubo críticas, como las de Alejo Vidal-Quadras: "Es un texto aberrante que abre el camino a la secesión, rompe con el espíritu de la transición, destruye la cohesión nacional y transforma España en una confederación de naciones inconexas. O acabamos con el Estatuto nacionalista, o el Estatuto nacionalista acaba con todos nosotros. La reforma del Estatuto ha colocado a Cataluña en la situación de caos que precedió a la guerra civil".
""El nuevo Estatuto está podrido hasta la médula y nada puede limpiarlo", comentaba en 2005. El ex líder del PP en Cataluña, Daniel Sirera, también dijo la suya: "Tenía razón Acebes cuando afirmó, una vez aprobado el Estatuto en el Parlamento catalán, que a partir de ese momento ETA iba a tutelar el proceso estatutario".
El actual candidato del PP a la presidencia del Gobierno español, Mariano Rajoy dijo en 2005 que "el proyecto de Estatuto es un obstáculo de primera magnitud para el crecimiento económico catalán". I també que "esto es un engaño a los españoles y de forma más particular a los que un día dieron su apoyo a Zapatero. Este Estatuto separa a Cataluña de España, fija un modelo de sociedad en el que no creen la inmensa mayoría de los catalanes, e impone un corsé brutal a una de las sociedades más dinámicas que he conocido y cuyo crecimiento económico dificulta".El actual líder popular consideraba en 2006 que "¡El Estatuto de Cataluña es una pesadilla, una pesadilla…!". “En Cataluña se está haciendo con el castellano lo que en época de Franco se hizo con el catalán", decía.
El ex ministro Ángel Acebes, tal y como recogía Iceta, afirma en 2005 que "se está produciendo un caballo de Troya en la Constitución de todos los españoles". "ETA se convierte en el tutor de la reforma del Estatuto de Cataluña", comentaba.
Por su parte, en septiembre de 2005, Eduardo Zaplana aseguraba que "estamos en la semana del Estatuto y, en esa semana, ETA quiere estar muy presente". Y el también exmministre Federico Trillo decía un mes más tarde lo siguiente: "Es el momento más crítico para la convivencia desde 1977".
La opinión de Jaime Mayor Oreja en noviembre de 2005 era que "el Estatuto es fruto de la reunión de Carod con ETA en Perpiñán" y Javier Arenas comentaba que "el Gobierno quiere hacerle un traje a Carod y a Maragall que le pueda servir también a ETA ".
Desde Cataluña también hubo críticas, como las de Alejo Vidal-Quadras: "Es un texto aberrante que abre el camino a la secesión, rompe con el espíritu de la transición, destruye la cohesión nacional y transforma España en una confederación de naciones inconexas. O acabamos con el Estatuto nacionalista, o el Estatuto nacionalista acaba con todos nosotros. La reforma del Estatuto ha colocado a Cataluña en la situación de caos que precedió a la guerra civil".
""El nuevo Estatuto está podrido hasta la médula y nada puede limpiarlo", comentaba en 2005. El ex líder del PP en Cataluña, Daniel Sirera, también dijo la suya: "Tenía razón Acebes cuando afirmó, una vez aprobado el Estatuto en el Parlamento catalán, que a partir de ese momento ETA iba a tutelar el proceso estatutario".
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